lunes, 26 de mayo de 2008

Notas de "Estar allí", de Clifford Geertz

Clifford Geertz, en su texto “Estar allí”, se aboca a desentrañar el rol de la escritura en la antropología. Su composición ilustra la posición del etnógrafo en la comunidad. El objetivo de éste es poner a la disposición de esta última la información que recolectó al haber ido a los sitios sobre los cuales desarrolla su investigación, el trabajo de campo, el haber “estado allí”. Esto es lo que les permite a los antropólogos convencernos de que lo que dicen es verdadero, sin embargo, esta credibilidad estará sujeta a la eficacia de algunos más que otros a la hora de transmitir su experiencia. Así mismo, según Focault, los discursos literarios resultantes de plasmar estas vivencias serán recibidos según la confianza que inspire su autor.
Es igualmente importante evitar que la visión subjetiva coloree los hechos objetivos que se observan. Debiendo estar controlada la relación entre observador y observado. A pesar de esto, Danforth enuncia su preocupación con respecto a la distancia que existe con el Otro. Mientras que para algunos la brecha del extrañamiento permanece rígida, denotando una perspectiva más científica, para otros, en cambio, el hecho de estar observando una realidad en la que se ven inmersos, pasan a percibir lo que antes era ajeno como cercano y esto conlleva a involucrarse con el objeto de la investigación, haciendo surgir así lo que Danforth pretende: una antropología más humanista. Se debe entonces, encontrar un equilibrio entre ambos extremos, para evitar caer en el impresionismo, la insensibilidad o el etnocentrismo, proponiendo una visión íntima y, a la vez, una evaluación fría de la situación.
Sostiene también que el antropólogo debe ser lo suficientemente hábil como para convencer al lector de que realmente ha estado allí, mediante la fuerza de sus argumentos, y de que si el lector hubiese estado también en ese lugar, hubiera visto, sentido y concluido lo mismo que él. Esto es lo que hace que tome una importante relevancia la presencia tangible del autor en cada página.
Por su parte, Barthes plantea la diferencia entre “autor” y “escritor”, sosteniendo que el primero plantea que escribir es una meta para la que el lenguaje actúa como un medio que sostiene una praxis, como un instrumento de comunicación, un vehículo del pensamiento. Mientras que al segundo se refiere como alguien que transforma radicalmente el porqué de las cosas en un cómo escribir.
El desafío estará en poder transmitir la realidad de la forma más transparente posible, sin dejar de tener en cuenta que al cabo de cierto tiempo de contacto, como seres sociales que somos, esa realidad también engloba la propia.

No hay comentarios: