Peny:
Te escribo para contarte que acá todo es hermoso. Estuve tan concentrada en lo que me rodea que me olvidé de mí, de mis dolores, de todo. Te informo que no creo que vuelva hasta dentro de un buen tiempo porque desde acá me voy a ir a Grecia con Martín. Estamos relativamente cerca y queda de paso en la ruta de vuelta a Argentina; así que yo me voy con la lancha que mandan del trabajo y me ahorro el pasaje. Martín va a estar en Alemania por negocios, así que es una oportunidad justa para tomarnos unos días sólo para nosotros.
Quizás, hasta me pague la estadía mi jefa. Supongo que va a buscar cualquier excusa para no tener que verme y decirme que estoy despedida. No es que me lo haya sugerido en realidad, pero vi su expresión cuando notó que me temblaba la mano. Ya rompí media docena de tubos de ensayo, entre otras cosas. De hecho, por lo tacaña que es, seguro que le pesa más la plata que le cuesta reemplazar los elementos del laboratorio que el hecho de que mi enfermedad me incapacite.
Y con respecto a eso, tomé una decisión: no voy a tomar más pastillas ni voy a dejar que me sigan pinchando. Los síntomas no mejoran y yo ya estoy harta de luchar con una condición que es irreversible. Ya no se cómo disimular con Martín los moretones que tengo por la cantidad de veces que me sacaron sangre. Él debe sospechar que algo anda mal, porque últimamente lo estuve alejando, pero no quiero que se entere antes de que yo se lo diga. Por eso, te tengo que pedir un favor. Andá al departamento y llevate los exámenes antes de que alguien los descubra. Están en un sobre de papel madera, adentro del tercer cajón de mi mesita de luz (es la que tiene el velador violeta que me regalaste para mi cumpleaños). Él va a estar viajando a Europa mañana, así que no te lo vas a cruzar, no va a haber ningún problema. Por favor, guardalos en tu casa hasta que yo vuelva.
Creo que unas mini vacaciones nos van a venir bien. Voy a aprovechar y le voy a contar también lo de Javier. Aunque, técnicamente en ese momento no estábamos juntos y no hice algo malo, me siento terrible ocultándoselo. Hablando de eso, ¿te conté que me llamó hace unas semanas? Se enteró de lo de mamá y quería saber si estaba bien, si necesitaba algo. Ya que estaba, le dije que me parecía que lo mejor era que nos dejáramos de ver, por un tiempo al menos. Supongo que dormir una vez con tu ex es algo en lo que cae más de uno, pero hay que considerar que yo estaba triste por la separación con Martín y, además, acababan de diagnosticarme. Fue una excepción. Creo que Javier lo tiene claro, pero ahora que ya se arreglaron las cosas me parece que es mejor estar distanciados, para evitar conflictos.
Bueno, hermana, creo que ya no me queda más que despedirme. Mandale saludos de mi parte a los chicos y a Ramiro.
Gracias, desde ya, por todo.
Te quiero!!!
Sonia
PD: Cuando vayas a buscar el sobre, regá las plantas y alimentá a los peces, por favor. Yo lo llamé a Martín ayer, con lo último que me quedaba de crédito en el celular, para recordarle que limpie la pecera, pero no quiero que se mueran de hambre, ni que las plantas se sequen. Vos les tirás un poquito de agua y ya está, se recuperan. El agua es milagrosa, siempre lo digo.
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